Preguntas del estilo «¿como te ves en 5/10 años?» te hacen viajar al futuro en un minuto y reflexionar.
No han pasado 5 ni 10, sino un año desde la última vez que me pasé por aquí y, si me hubieran hecho esa pregunta, mi viaje al futuro habría sido muy distinto de la realidad.
Ha sido un año diferente a todos los demás en muchos aspectos. Lo que iba a ser un verano se alargó hasta el siguiente (y un poco más).
Después de unos meses de prácticas, surgió un contrato temporal que hizo que me quedara aquí, en la que era mi segunda casa y que este año ha sido la primera. He ganado en experiencia, sobre todo profesional, dentro de un grupo en el que me encantaría seguir creciendo y en un campo alejado de mis estudios de ingeniería pero que siempre me ha gustado.
Este año me ha servido sobretodo para darme cuenta de que los años en la universidad me convirtieron en una esponja que observa, absorbe e intenta aprender de todo.
Esta es una entrada un poco más personal que las anteriores, puede que porque también he cambiado en este aspecto. Estar lejos de casa y de los que siempre han estado cerca y a la vez cerca de los que siempre han estado lejos, creo que también me sirve para crecer como persona.
La decisión de quedarme ha sido buena, he vivido cosas que no me habría esperado hace un año, nunca las habría visto en un viaje al futuro de 2 minutos para responder a la pregunta de una entrevista.