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Recuerdo el año pasado como uno de los más duros e intensos. Demasiado esfuerzo como para dejarlo ir y olvidarlo. Por eso vuelvo de vez en cuando a leer mis apuntes. Hoy me ha sorprendido encontrarme con un artículo de Case Study de Instagram.

Fue mi primer contacto con la aplicación, no tenía ninguna idea preconcebida porque no la conocía así que dediqué algo de tiempo a investigar de dónde venía.

 

«Cuando Kevin Systrom, CEO y cofundador de Instagram, estaba trabajando en Nextstop, comenzó a tener ideas simples que le ayudarían a aprender a programar. Creó un prototipo de una de sus ideas (llamada Burbn) y se la mostró a sus amigos. Era un prototipo que necesitaba mejoras así que Kevin Systrom hizo lo propio y, en una fiesta, volvió a presentar su idea mejorada, ya no solo a sus amigos sino también a dos empleados de empresas especializadas en inversiones de capital de riesgo, que decidieron invertir en su idea.

Mike Krieger, cofundador de Instagram, decidió formar equipo con Kevin Systrom. En esos momentos, Burbn se había convertido en una aplicación para móviles que permitía registrar ubicaciones, subir fotos a la red, quedar con amigos… Mike Krieger y Kevin Systrom decidieron que, para crear una compañía, deberían centrarse únicamente en una de esas funciones y vieron una extraordinaria oportunidad en las fotografías.

Fue difícil empezar de cero pero, finalmente, crearon una aplicación para iPhone en la que todas las funciones iniciales de Burbn desaparecieron, excepto la de comentar y compartir fotografías. Esta nueva aplicación recibe el nombre de Instagram, que representa la función de enviar un telegrama al instante a la vez que recuerda a las fotografías cuadradas de las cámaras Polaroid.»

Para llegar a comprender de donde venía y hacia donde iba esta idea, me fijé en varios factores, los más relevantes: los contextos.

El gran impacto social que va unido a esta aplicación hace que, además del contexto tecnológico, el social, en el cual podemos englobar las necesidades sociales y culturales, también cobre gran importancia.

» El hecho de poder compartir, desde el teléfono móvil, fotografías en el mismo momento en que son tomadas, no es una necesidad “per se” sino que ha sido creada por las nuevas tecnologías. 

Antes, para mostrar las fotografías, tanto digitales como tradicionales, se dependía de un álbum o un ordenador, que no podía llevarse a cualquier lugar. Esto hacía que el fotógrafo tuviera que observar sus fotografías una y otra vez mientras se las mostraba a sus conocidos.»

Con el tiempo, Instagram se abrió a otros sistemas operativos para dejarnos disfrutar aún más.

Instagram ha convertido la captura de imágenes en la espontaneidad de compartir momentos.

«Existen redes sociales que se centran en los mensajes escritos y permiten acompañarlos de fotografías. Instagram ha hecho todo lo contrario, han basado su aplicación en el dicho de “una imagen vale más que mil palabras” y han dado un cambio radical a lo que entendíamos por redes sociales. Han convertido el hecho de sacar fotografías en una forma de compartir momentos a la vez que los vives.»

Algunos negocios, como este restaurante de Nueva York, han sabido dar a esta aplicación una nueva utilidad.